¿Qué nos puedes decir del Aquarium? 

A lo largo de sus casi 120 años de historia, el Aquarium ha sabido adaptarse a los cambios sociales. Por ejemplo, cuando los arrantzales carecían de formación, el Aquarium fundó la primera escuela de pesca del Estado. A día de hoy, su enfoque formativo se ha trasladado al Master MER, en colaboración con la UPV. El éxito del Aquarium radica en su capacidad de adaptación y en mantener el foco en las necesidades sociales. El cambio climático, por ejemplo, está trayendo consigo transformaciones en el medioambiente marino, con la aparición de nuevas especies y la posible desaparición de otras. Como institución, debemos estar preparados para gestionar estos cambios. Un ejemplo reciente es el rescate y reintroducción de tortugas marinas en malas condiciones, un esfuerzo del equipo de biología que estamos investigando, ya que podría estar relacionado con el cambio climático.

El debate sobre el turismo está de actualidad. ¿Cómo ves este tema?

El turismo se ha democratizado, lo que ha permitido que millones de personas puedan viajar y conocer nuevos destinos. Sin embargo, este fenómeno genera desafíos en las ciudades, ya que el aumento de turistas puede afectar la calidad de vida de los residentes. Aunque entendemos estas inquietudes, debemos recordar que nosotros, como viajeros, también podemos generar molestias en los destinos que visitamos. Es esencial ser respetuosos con las comunidades locales y sus costumbres. Además, el impacto económico del turismo es innegable, como vimos durante la pandemia, donde se evidenció el efecto dominó sobre proveedores y servicios relacionados.

¿Qué propuestas concretas harías?

No existen soluciones simples para un problema global como el turismo, pero creo que el debate debe ser sereno y contar con la participación de todos los actores implicados. Algunas propuestas incluyen fomentar el turismo de mayor nivel adquisitivo, lo que podría reducir el número de visitantes sin perder ingresos. Otra opción es la desestacionalización, aunque resulta complicada debido a las vacaciones escolares concentradas. También es necesario desconcentrar el turismo, dirigiendo los flujos hacia otras áreas fuera de la capital. El control de viviendas turísticas y el fomento de la movilidad sostenible con parkings disuasorios también son pasos importantes. Además, debemos seguir fomentando el respeto hacia el destino, promoviendo nuestra cultura, tradiciones y productos.

Desde un punto de vista personal, ¿cómo ves la ciudad?

San Sebastián es una de las ciudades más bonitas que conozco, con un entorno natural privilegiado: playas, montes e incluso una isla a pocos pasos del centro. Además, su tamaño es perfecto: lo suficientemente pequeña para ser manejable y lo suficientemente grande para contar con todos los servicios de una gran ciudad. A pesar de todo esto, uno de los problemas más evidentes es el acceso a la vivienda, un desafío que, como joven, también viví. Los altos precios dificultan que los jóvenes puedan vivir en el centro de la ciudad. Sin embargo, la apuesta por la ciencia y la innovación es un acierto, con una gran concentración de empresas y organismos relacionados con las biociencias y las tecnologías.

¿Qué aspectos mejorarías?

Mejoraría el acceso a la vivienda, promovería una movilidad más sostenible y protegería el medio acuático. San Sebastián, al ser una ciudad costera, tiene una gran relación con el mar, y no podemos seguir tratando su entorno con tan poco respeto. La ciudad debe cuidar y proteger sus aguas, playas y tradiciones marítimas.