Durante tres intensas jornadas, Donostia / San Sebastián se ha convertido en el corazón del debate global sobre el papel de la economía social en la construcción de un modelo de desarrollo más justo, inclusivo y sostenible. La celebración del primer Foro Internacional ASETT (Arizmendiarrieta Social Economy Think Tank) ha reunido en la ciudad a más de un centenar de referentes de más de 30 países, entre responsables institucionales, representantes de organismos multilaterales, agentes sociales y académicos.
El foro, organizado por la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES) con el apoyo del Ministerio de Trabajo y Economía Social, el Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Gipuzkoa, el Ayuntamiento de Donostia / San Sebastián, Kooperatiben Kontseilua y MONDRAGON, ha ofrecido un espacio plural y transversal de reflexión y acción en torno a los grandes retos sociales de nuestro tiempo.
Las sesiones, desarrolladas en el Palacio de Congresos Kursaal, han abordado cuestiones como la igualdad de género, los cuidados, la sostenibilidad, el acceso a la vivienda, la digitalización o la financiación ética. Junto a estos ejes temáticos, el foro ha articulado una potente llamada a la acción para avanzar hacia la justicia climática y social, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Desde el presente hacia el futuro
El panel inaugural, celebrado en la sala plenaria del Kursaal, reunió a destacadas figuras institucionales como Eider Mendoza, Diputada General de Gipuzkoa; Mikel Torres, Vicelehendakari del Gobierno Vasco; Amparo Merino, Secretaria de Estado de Economía Social; Juan Antonio Pedreño, presidente de CEPES; Patxi Olabarria, presidente de Kooperatiben Kontseilua; Leire Mugerza, presidenta del Congreso de MONDRAGON; Kepa Korta, director de la Oficina de Estrategia de Donostia / San Sebastián; e Iñigo Albizuri, director de ASETT.
Como contrapunto a estos discursos institucionales, una breve pero significativa intervención escénica trasladó al auditorio las inquietudes de la juventud ante un presente marcado por la incertidumbre: la precariedad laboral, la emergencia climática o la falta de oportunidades reales. Esa intervención sirvió como recordatorio de que el futuro no puede construirse únicamente desde la mirada de lo ya hecho, sino desde el compromiso con nuevas formas de hacer. En este sentido, la economía social se reivindicó como una herramienta transformadora que permite responder con esperanza, equidad y sostenibilidad a las aspiraciones de las nuevas generaciones.
La intercooperación como palanca de transformación
Entre los paneles y mesas redondas celebrados durante las dos jornadas, la Oficina de Estrategia participó también en la sesión dedicada a la intercooperación y la prospectiva, celebrada la tarde del jueves 29. En la mesa titulada “Reducir las desigualdades desde una mirada prospectiva” intervinieron Ibon Zugasti, director de Prospektiker; Héctor Casanueva, vicepresidente del Foro Académico Permanente América Latina-Unión Europea y miembro del Consejo Asesor Internacional de ASETT; y Kepa Korta.
Los tres participantes compartieron experiencias concretas de cómo la prospectiva —la capacidad de anticipar y planificar a largo plazo— puede convertirse en un motor para el desarrollo social y económico. Desde distintas latitudes, pero con un horizonte común, subrayaron que abordar las desigualdades exige miradas a futuro, metodologías colaborativas y marcos estratégicos que integren a todos los actores sociales. La intercooperación, entendida como red de alianzas y trabajo conjunto, se planteó como una vía eficaz para construir respuestas compartidas ante desafíos globales.
Una clausura con vocación internacional
Durante la última jornada del Foro, se ha celebrado en el Ayuntamiento de Donostia la primera reunión del Consejo Asesor Internacional de ASETT. Este encuentro ha reunido en un mismo espacio a una docena de expertas y expertos de referencia internacional —procedentes de Naciones Unidas, la OIT, la OCDE, la Comisión Europea, gobiernos de Senegal, Brasil, Francia o México, entre otros— que, tras tres días de colaboración, intercambio y análisis compartido, han consolidado su compromiso con la promoción global de la economía social.
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha querido poner en valor el papel de iniciativas como esta para afrontar los grandes desafíos contemporáneos, subrayando que “el reto de la humanidad es reducir la desigualdad” y que para ello es imprescindible una transformación profunda de las relaciones económicas y sociales, partiendo de lo local y desde una lógica de cooperación.
La elección de Donostia como sede de esta primera reunión no solo responde a criterios operativos, sino que encierra un fuerte valor simbólico: se trata de una ciudad que ha hecho de la planificación estratégica centrada en las personas, el arraigo territorial y la innovación social una seña de identidad. Este encuentro ha representado un cierre de alto nivel para un foro que ha logrado articular una comunidad internacional plural, cohesionada y decididamente orientada hacia la construcción de un nuevo modelo económico, fundamentado en la cooperación, la inclusión y la sostenibilidad.
Este Foro Internacional en Donostia tiene vocación de consolidarse como el punto de encuentro del conocimiento sobre la Economía Social en los próximos años.